Cómo evitar la deshidratación durante el descanso

Es normal que el cuerpo tenga una pérdida neta de agua durante la noche, pero hay medidas que podemos tomar para evitar que eso provoque deshidratación a largo plazo.

1. Concéntrate en dormir bien

 Obtener una cantidad suficiente de sueño de alta calidad es una parte importante de la prevención de la deshidratación. El cuerpo pasa por múltiples procesos complejos durante el sueño que permiten la recuperación de la salud en general. El dormir la cantidad recomendada permite que estos procesos se desarrollen y permite que su ritmo circadiano maneje mejor los niveles de líquido del cuerpo.

Dormir bien a menudo comienza por hacer del sueño una prioridad. Un principio común de la higiene del sueño es tener un horario de sueño constante que le brinde suficiente tiempo para que duerma lo que necesita.

Limitar el uso nocturno de dispositivos electrónicos, desarrollar una rutina relajante a la hora de acostarse y usar un colchón cómodo son otros ejemplos de higiene positiva del sueño que pueden ayudarlo a descansar bien.

2. Mantener la hidratación durante el día

Si con frecuencia tienes sed por la noche, podría significar que no te mantienes lo suficientemente hidratado durante el día. Al mantener la hidratación durante todo el día, tienes menos de qué preocuparte cuando llega la hora de acostarte.

¿Cómo puedes mantenerte mejor hidratado?

  • Beber líquidos regularmente, aún si es en cantidades pequeñas. Puedes establecer un recordatorio de horario si tienes dificultades para recordar beber agua.
  • Puedes implementar el usar una botella de agua para tener una bebida de fácil acceso y realizar un seguimiento de la cantidad de agua que has consumido.
  • Beber agua como bebida principal y tener cuidado con la ingesta de bebidas azucaradas como refrescos o jugos, así como bebidas con cafeína y alcohólicas.
  • Comer una dieta equilibrada con muchas frutas y verduras, que tienen un mayor contenido de humedad y pueden aumentar la ingesta de agua de los alimentos.

3. Encuentra una temperatura confortable en el dormitorio para un mejor descanso

La sudoración puede provocar la pérdida de agua durante la noche, y si tu habitación es demasiado calurosa o si tiendes a dormir caliente, la sudoración intensa puede hacer que sea más probable que te despiertes deshidratado.

Para evitar esto, trata de asegurarse de que pueda mantener fácilmente una temperatura agradable durante la noche. La mayoría de los expertos recomiendan mantener el termostato de tu dormitorio en el lado más frío.

También puedes usar ropa ligera y suelta (¡dale una mirada a nuestras pijamas!), y usar ropa de cama transpirable que evite que te sobrecalientes.

 4. Mantenerse hidratado sin necesidad de orinar con frecuencia por la noche

    Varios consejos pueden ayudar para evitar tanto la deshidratación como el exceso de viajes al baño:

    • Reducir el consumo de líquidos una o dos horas antes de acostarse. Si bien está bien beber agua a sorbos, trata de no ingerir grandes cantidades de ninguna bebida antes de acostarte.
    • Limita el alcohol y la cafeína por la noche. Ambos pueden tener un efecto diurético, haciendo que necesites orinar durante la noche. Además, el alcohol y la cafeína pueden interferir con su ciclo normal de sueño y con la calidad de este.
    • Eleva tus piernas por la noche. Parte de la micción nocturna ocurre porque tu cuerpo reabsorbe el agua de sus piernas una vez que está acostado. Si levantas las piernas unas horas antes de acostarte, puedes permitir que este proceso se lleve a cabo sin causar interrupciones del sueño.
    • Orinar antes de ir a la cama. Trata de vaciar tu vejiga como parte de tu rutina antes de acostarte para que sea menos probable que sientas una fuerte necesidad de orinar durante la noche.

    En algunos casos, puede ser inevitable que tengas que despertarte al menos una vez por la noche para orinar. Esto es normal para muchas personas y se vuelve más común con el pasar de los años y algunas condiciones médicas o medicamentos.

    En esta situación, es importante revisarlo a fondo para determinar si existe alguna afección médica subyacente que pueda explicar los síntomas.

    Un médico también puede hacerle recomendaciones específicas para su dieta y consumo diario de agua.

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